Con la seguridad que sólo la fe puede alcanzar y la paciencia digna de la hormiga más trabajadora o del propio Job, Pedro Leandro Rodríguez no vacila al momento de asegurar que “algo grande” viene para el baloncesto dominicano.
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Y como punto de apoyo tiene la labor realizada, desde agosto de 2006 por la Academia Dominicana de Talentos (Adotalents), que preside y cuyo programa aspira sirva para cambiar el rumbo del basket criollo.
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"Creo que lo vamos al lograr” señala el ex integrante de la selección de mayores con un gran optimismo, considerando los tumbos, altas y bajas que ha enfrentado la disciplina en los últimos años.
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Y bajo esa premisa, la Adotalents, gracias a los aportes de la ONG Pro Mundi Tres, ha contado con la asistencia y asesoría de 13 de los mejores técnicos españoles en los últimos tres años.
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El caso más reciente fue el de José Ignacio Hernández Fraile, seleccionador español de la rama femenina en la categoría Sub16, quien compartió sus conocimientos el pasado fin de semana.
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Hernández fue coach campeón de la liga femenina de España en 2005-2006 y 1994-95 y subcampeón en 2006-2007 y 2007-2008.
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“El jugador dominicano tiene una capacidad física y un talento extraordinario. Lo que le falta es ser sometido a un buen trabajo técnico y táctico como llave de su crecimiento”, expresa Hernández.
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El técnico viaja acompañado por el periodista José Manuel Fernández, sub editor del diario español Mundo Deportivo y tesorero de Pro Mundi Tres.
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“El principal problema del baloncesto dominicano es el modelo en el que se fija”, señala Fernández. “Mientras 212 países rigen su desarrollo por el modelo de la FIBA, República Dominicana ha decidido tomar la línea del único otro país que resta, Estados Unidos”.
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Los visitantes enarbolan la superioridad del baloncesto FIBA frente al de la NBA y ponen como ejemplo la cantidad de jugadores que han triunfado en la liga profesional de Estados Unidos tras ser estrellas en Europa.
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Entre estos están Manu Ginobili, Pau Gasol, Dirk Nowitzki, Jorge Garbajosa, Luis Scola, José Manuel Calderón y Juan Carlos Navarro. “La clave del éxito para el baloncesto es sostener un juego colectivo y de solidaridad, contrario al individualismo que exhiben las grandes estrellas de la NBA”, apuntan.
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Hernández dice que para lograr una práctica plena del baloncesto en el país se necesita un cambio de “actitud, comportamiento y mentalidad” de sus atletas.
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Como ejemplo expresaron que en un reciente finalizado torneo, los partidos parecían más de “karate” o “tenis”, por la excesiva carga de fuerza física utilizada o por el constante “corre corre” en la cancha.
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Muchos jóvenes criollos se han beneficiado de las becas de estudio y deportes que promueve la citada ONG entre ellos Andrés Tezanos, tirador de 6-2 y 18 años; Gregorio Adón, delantero de 6-6 y 18 años; José Apolinario, delantero de 6-9 y 21 años; Raúl Espinal, delantero de 6- 7 y 22 años y Yohansi Minaya, armador de 6-1 y 18 años.
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Todos han integrado las selecciones nacionales de categorías menores. “El baloncesto es un juego de precisión y coordinación. Se necesita al menos 40 horas de práctica para jugar 20 ó 25 minutos. Aquí se práctica 20 minutos para jugar 40 horas”, explica Fernández.
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PIE DE FOTO: José Ignacio Hernández Fraile
Escrito por: Alex Rodriguez // www.basketdominicano.com

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