El baloncesto del Distrito Nacional inaugura hoy un torneo superior que luce será crucial para el futuro inmediato de esa disciplina, en esa demarcación y en el primer nivel de competencia.
El torneo que comienza hoy podría representar la última oportunidad, en muchos años, para el baloncesto capitalino.
Esta será la oportunidad de recuperar el sitial que una vez lo convirtió en el segundo espectáculo de masas más importantes del país, sólo detrás del torneo de béisbol profesional de invierno.
Durante lo que va del joven milenio, el baloncesto de la capital ha ido de una crisis en otra, pasando por un año en el cual no se celebró el certamen y el mismo fue sustituido por un torneo nacional de 16 equipos, organizado por la Federación (Fedombal), y pasando por la entrada y salida de franquicias al certamen.
La improvisación, la cual trae consigo la desorganización, ha sido la principal característica del baloncesto del Distrito Nacional en el período de tiempo que por el momento comentamos.
Eso hizo alejarse a patrocinadores y aficionados.
El año pasado, con la entrada a la justa de los clubes Rafael Barias y Bameso, después que estos demostraron un inusual poder de convocatoria para equipos debutantes, a la par de unos buenos resultados técnicos, más de uno llegó a pensar que se iniciaba el camino de la recuperación de la cual aquí hablamos.
Sin embargo, la desorganización que impera en el Comité Ejecutivo de la Abadina dio al traste con esa aspiración y tiene al borde del colapso a ese torneo, parte de la tradición deportiva y de entretenimiento de los dominicanos.
Sólo el inusual respaldo del hoy conocido como Ministerio de Deportes, antes Sedefir, mantiene vivo el evento, lleno de precariedades e incertidumbres, entre éstas, hasta cuando se mantendrá esa clase de respaldo y si el mismo dejará de existir una vez no esté al frente de esa cartera el ex basketbolista Felipe Payano o no sea más subsecretario de Deportes el también presidente de la Abadina, Manuel “Cholo” Suero.
El aporte de Sedefir
Todavía hoy, fecha del inicio, los cinco clubes que habrán de participar en el torneo, desconocen de cuánto será el aporte de la Sedefir al mismo y qué cantidad de dinero podrán percibir cada uno de ellos por ese concepto.
Pero al mismo tiempo no hay una definición clara respecto a si es un aporte, una colaboración, lo que entrega Sedefir al torneo o en cambio es un pago por servicios de publicidad prestados.
De una u otra manera, hay que reconocerle al ministro Payano que ha sido especialmente consecuente con el torneo en el cual creció como jugador y se destacó su figura hasta convertirse ésta en la de una persona tan popular (conocida), como para que lo recibiera gustosamente en sus filas un partido como el de la Liberación Dominicana, de cuadros todavía entonces, en una época en la cual en esa organización política no abundaban como ahora las figuras públicas.
Durante lo que va del joven milenio, el baloncesto de la capital ha ido de una crisis en otra, pasando por un año en el cual no se celebró el certamen y el mismo fue sustituido por un torneo nacional de 16 equipos, organizado por la Federación (Fedombal), y pasando por la entrada y salida de franquicias al certamen.
La improvisación, la cual trae consigo la desorganización, ha sido la principal característica del baloncesto del Distrito Nacional en el período de tiempo que por el momento comentamos.
Eso hizo alejarse a patrocinadores y aficionados.
El año pasado, con la entrada a la justa de los clubes Rafael Barias y Bameso, después que estos demostraron un inusual poder de convocatoria para equipos debutantes, a la par de unos buenos resultados técnicos, más de uno llegó a pensar que se iniciaba el camino de la recuperación de la cual aquí hablamos.
Sin embargo, la desorganización que impera en el Comité Ejecutivo de la Abadina dio al traste con esa aspiración y tiene al borde del colapso a ese torneo, parte de la tradición deportiva y de entretenimiento de los dominicanos.
Sólo el inusual respaldo del hoy conocido como Ministerio de Deportes, antes Sedefir, mantiene vivo el evento, lleno de precariedades e incertidumbres, entre éstas, hasta cuando se mantendrá esa clase de respaldo y si el mismo dejará de existir una vez no esté al frente de esa cartera el ex basketbolista Felipe Payano o no sea más subsecretario de Deportes el también presidente de la Abadina, Manuel “Cholo” Suero.
El aporte de Sedefir
Todavía hoy, fecha del inicio, los cinco clubes que habrán de participar en el torneo, desconocen de cuánto será el aporte de la Sedefir al mismo y qué cantidad de dinero podrán percibir cada uno de ellos por ese concepto.
Pero al mismo tiempo no hay una definición clara respecto a si es un aporte, una colaboración, lo que entrega Sedefir al torneo o en cambio es un pago por servicios de publicidad prestados.
De una u otra manera, hay que reconocerle al ministro Payano que ha sido especialmente consecuente con el torneo en el cual creció como jugador y se destacó su figura hasta convertirse ésta en la de una persona tan popular (conocida), como para que lo recibiera gustosamente en sus filas un partido como el de la Liberación Dominicana, de cuadros todavía entonces, en una época en la cual en esa organización política no abundaban como ahora las figuras públicas.
Escrito por: Osvaldo R. Suncar // Para: www.basketdominicano.com
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