El Torneo de Baloncesto Superior del Distrito Nacional merece el respaldo publicitario de las empresas privadas y del Estado, en tanto se trata de una actividad que aporta valores positivos a la sociedad dominicana. .
Con múltiples tropiezos y desaciertos organizativos, los cuales se remontan a la época misma de su nacimiento, en 1974; el certamen que reúne a los mejores equipos del baloncesto capitalino se ha mantenido como una actividad sana, importante para la juventud dominicana.
Miles de jóvenes dominicanos -no de Rusia, ni de Estados Unidos, ni de Paquistán- tienen en el torneo de baloncesto superior del Distrito Nacional uno de sus entretenimientos favoritos.
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Otro tanto podría decirse de personas de edad más adulta, hasta llegar a muchos que se encuentran en la llamada edad de la madurez, sobre los 40 años de existencia.
Por tanto, hablamos de un segmento de la población dominicana importante. Hoy más que nunca resultaría negocio para las empresas privadas invertir en el baloncesto superior.
Hoy cuando el grito por el auge de la criminalidad y la delincuencia llega desde todos los confines de la sociedad, ésta debería invertir en actividades como el baloncesto superior, los cuales se supone que promueven, fecundan y propician el asentamiento de valores contrarios a aquellos que provocan esa criminalidad y esa delincuencia.
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Las empresas privadas, lo mismo que las instituciones del Estado, son compromisorias con la promoción de actividades como el baloncesto y, en general, el deporte, visto éste como una actividad por medio a la cual esas empresas devuelven algo de lo mucho que reciben de la sociedad.
COMPROMISO SOCIAL
Aunque entendido está que esas empresas deben obtener beneficios directos de su inversión en publicidad, en promoción, sin importar si los medios empleados para la ejecución de esa publicidad y esa promoción están vinculados con el deporte, también debe entenderse que esas empresas tienen un compromiso social, el cual implica “el sacrificio” de su inversión en actividades como el deporte, las cuales muchas veces no retribuyen directamente la inversión.
Resulta odioso saber que empresas que reciben pingües beneficios de nuestra sociedad, a la hora de devolverle algo a ésta sin que esa devolución sea impuesta e impositiva-, sean tan apáticas, indiferentes.
Varias de esas empresas recibieron sustanciales beneficios directos del baloncesto en la que podríamos llamar fue una época de oro de su torneo capitalino.
Ahora, algunas de esas empresas le niegan su apoyo al baloncesto del Distrito Nacional, sin pensar que con ello les niegan apoyo a mucho de lo mejor y más sano de la juventud del país, que lo mismo que decir a gran parte de lo mejor de la sociedad.
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Escrito por: Osvaldo Rodriguez Suncar // www.basketdominicano.com
Con múltiples tropiezos y desaciertos organizativos, los cuales se remontan a la época misma de su nacimiento, en 1974; el certamen que reúne a los mejores equipos del baloncesto capitalino se ha mantenido como una actividad sana, importante para la juventud dominicana.
Miles de jóvenes dominicanos -no de Rusia, ni de Estados Unidos, ni de Paquistán- tienen en el torneo de baloncesto superior del Distrito Nacional uno de sus entretenimientos favoritos.
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Otro tanto podría decirse de personas de edad más adulta, hasta llegar a muchos que se encuentran en la llamada edad de la madurez, sobre los 40 años de existencia.
Por tanto, hablamos de un segmento de la población dominicana importante. Hoy más que nunca resultaría negocio para las empresas privadas invertir en el baloncesto superior.
Hoy cuando el grito por el auge de la criminalidad y la delincuencia llega desde todos los confines de la sociedad, ésta debería invertir en actividades como el baloncesto superior, los cuales se supone que promueven, fecundan y propician el asentamiento de valores contrarios a aquellos que provocan esa criminalidad y esa delincuencia.
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Las empresas privadas, lo mismo que las instituciones del Estado, son compromisorias con la promoción de actividades como el baloncesto y, en general, el deporte, visto éste como una actividad por medio a la cual esas empresas devuelven algo de lo mucho que reciben de la sociedad.
COMPROMISO SOCIAL
Aunque entendido está que esas empresas deben obtener beneficios directos de su inversión en publicidad, en promoción, sin importar si los medios empleados para la ejecución de esa publicidad y esa promoción están vinculados con el deporte, también debe entenderse que esas empresas tienen un compromiso social, el cual implica “el sacrificio” de su inversión en actividades como el deporte, las cuales muchas veces no retribuyen directamente la inversión.
Resulta odioso saber que empresas que reciben pingües beneficios de nuestra sociedad, a la hora de devolverle algo a ésta sin que esa devolución sea impuesta e impositiva-, sean tan apáticas, indiferentes.
Varias de esas empresas recibieron sustanciales beneficios directos del baloncesto en la que podríamos llamar fue una época de oro de su torneo capitalino.
Ahora, algunas de esas empresas le niegan su apoyo al baloncesto del Distrito Nacional, sin pensar que con ello les niegan apoyo a mucho de lo mejor y más sano de la juventud del país, que lo mismo que decir a gran parte de lo mejor de la sociedad.
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Escrito por: Osvaldo Rodriguez Suncar // www.basketdominicano.com
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