Tras la petición de LeBron James de un retiro colectivo del número 23 que inmortalizó Michael Jordan en la NBA se han desatado posiciones encontradas. Magic Johnson dijo que tanto él como Larry Bird apoyarían una iniciativa de esa naturaleza.

Otros, entre ellos, connotados periodistas de los Estados Unidos piensan que es otra “metida de pata” del joven estelar.

Y es que, además de que la liga no contempla tal situación, los alegatos de James parecen muy débiles al decir que a Jordan “no se le ha reconocido como se debe”.

Y es que apenas este año ya fue elevado al Salón de la Fama, tiene una estatua en Chicago, un campeonato de la NCAA, dos medallas de oro olímpicas, seis anillos de campeón y una figura reconocida en todo el mundo.

Muchos especulan que, más que un halago para Jordan, lo que busca LeBron es “liberarse” un poco de la presión de llevar el mismo número con todo lo que esto acarrea, incluyendo las comparaciones de sus logros individuales y colectivos.

Lo mejor es que, si es su deseo, James haga las gestiones específicas para cambiar su propio número al seis, que es el que dice ha elegido.

Podría ser una forma inteligente de adelantarse a cualquier crítica tras modificar el número de su camiseta y quedar bien delante de los fanáticos.

De todas maneras, si por alguna razón el número 23 es sacado de circulación en la liga no es mucho lo que se perdería.

La mayoría de los jugadores que lo utilizan en la actualidad son novatos o jugadores de segunda línea con la honrosa excepción del propio James.

Escrito por: Alex Rodriguez // www.basketdominicano.com

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