NBA: LOS HAWKS SON ALGO MAS QUE UN EQUIPO ATLETICO // POR: JOHN HOLLINGER.

"Bueno, son atléticos". Esta frase se escuchaba antes de cada partido. Era el típico cumplido que todos los entrenadores contrarios usaban en la sesión de prensa anterior al juego para quedar bien con los Hawks.

Lo que no decían eran cosas como, "Saben jugar", "Tienen muchos veteranos astutos", "Juegan duro cada noche", y "no hay lugares obvios por dónde atacarlos".

Pero eso era en los viejos tiempos, cuando los Hawks eran un equipo de lotería destinado a convertirse en otro pequeño obstáculo para cualquier visitante de elite -- siempre y cuando se fueran a acostar temprano la noche anterior. Seguro, los Hawks eran atléticos, pero eso no era una preocupación para los buenos equipos si se tomaban el partido en serio.

Esta percepción cambió la campaña pasada, cuando Atlanta terminó con 47 triunfos. Y en la primera docena de partidos del 2009-10, el giro fue radical. Volvimos a verlo en el triunfo de los Hawks por 105-90 sobre Miami el miércoles.

Están en la cima del Power Ranking de ESPN.com y, lo que es más importante, también están en la cima de la tabla de posiciones -- empatados con Phoenix con la mejor marca de la NBA, 10-2.

Aún estamos muy lejos de poder determinar si realmente son el mejor equipo del Este, pero más lejos todavía estamos de aquellos días de, "bueno, son atléticos". El esfuerzo del miercoles, cuando los Hawks se escaparon con un segundo cuarto de 28-2 para luego navegar tranquilamente hacia la victoria, es prueba firme.

¿Sáben cómo jugar? Afirmativo -- Hasta su jugador más sospechoso en esta área, Josh Smith, maravilló al público con su selección de tiros al principio del partido. Atlanta perdió apenas ocho pelotas ante los cazabalones del Heat, y los más escépticos solamente podrían señalar uno o dos tiros mal elegidos.

¿Muchos veteranos astutos? Afirmativo -- La incorporación de Joe Smith y Jamal Crawford durante la temporada baja para sumarlos al séquito de Mike Bibby, Maurice Evans y Zaza Pachulia ha dejado a los Hawks en una situación privilegiada.

"Los muchachos se han dado cuenta de que cuando defendemos con un alto nivel somos difíciles de vencer", dijo Marvin Williams, quien en su quinta temporada está cerca de ganarse una V, de veterano.

¿Juegan duro cada noche? Afirmativo -- De hecho, ésta tal vez haya sido el área de mayor impacto de Mike Woodson en los últimos años. Él único esfuerzo decepcionante de Atlanta fue en Charlotte y eso fue tanto culpa de los organizadores (quienes no consultaron con Randy McNally y los enviaron directamente de Sacramento a Charlotte) como de los Bobcats. Pero más allá de eso, han tenido un gran espíritu fuera de casa (4-2) y han sido invencibles en el Philips Arena.

¿No hay por dónde atacarlos? Afirmativo -- Eso puedes preguntárselo a Dwyane Wade. Volvió a tener problemas para penetrar contra el cuerpo defensivo de los Hawks y padeció ante la ausencia de su dieta regular de tiros libres; sin mencionar la ausencia de una segunda amenaza ofensiva confiable. La estrella del Heat solamente lanzó dos tiros libres en una noche de seis aciertos en 18 intentos que nos trajo recuerdos de los playoffs 2009, cuando la sólida defensa de los Hawks lo forzó a tomar más de siete triples por partido.

"Atlanta me fuerza a lanzar tiros en salto", dijo Wade. "Hicieron un buen trabajo sacándome de la pintura. Tienes que ser inteligente cuando juegas contra ellos, porque son un equipo muy atlético y te encontrarán en el aro".

Hoy por hoy, los comentarios sobre el atletismo de Atlanta salen con un tono muy diferente de la boca de sus adversarios. Ya no se trata de un cumplido para quedar bien -- ahora es una advertencia. Algo como, más les vale no meter la pata, porque van a pagar cada vez.

"Contra un equipo atlético como éste", dijo el entrenador del Heat, Eric Spolestra, "tienes que reducir al mínimo el número de pérdidas, porque van a aprovecharlas todas. Tienen defensores largos y ágiles quienes defienden bien la pintura. Sólo necesitamos estar más afilados".

No se trata de un elogio simbólico, sino de una realidad. A los equipos contrarios les resulta difícil anotar contra la altura y la movilidad de Smith y Al Horford, quienes llegaron al partido en 1er y 11° lugar en bloqueo de tiros, respectivamente, pero son lo suficientemente rápidos como para marcar a jugadores como Wade en intercambios perimetrales.

Los equipos contrarios también suelen encontrarse en desventaja de tamaño con los aleros de Atlanta (Williams, 6'9; Joe Johnson, 6'7). El miercoles, fue Wade quien lamentó regalar unas cuantas pulgadas y libras contra Johnson (30 puntos), especialmente cuando Quentin Richardson tuvo que salir por un tirón en la espalda.

Mientras tanto, el atletismo de los Hawks se ha potenciado por el hecho de que finalmente han encontrado la manera de aprovecharlo. Como resultado, jugadas como la barrida de Mike Bibby y el alley-oop a Smith fueron los momentos destacados de un monstruoso segundo cuarto de 28-8, en lugar del único momento emocionante de una decepcionante derrota.

Las jugadas insensatas, como los intentos de volcada de Smith entre las piernas --lo lamento, pero ese recuerdo me viene a la cabeza cada vez que estos dos equipos juegan en el Philips-- también han salido del arsenal. En cambio, Smith volcó de todas las maneras posibles en vías de producir 16 puntos, 14 rebotes, siete asistencias, dos robos y dos bloqueos.

Y por momentos, el combo de talento, inteligencia y atletismo puede ser aterrador. Al principio del tercer cuarto, por ejemplo, el centro Al Horford bajó un rebote, empujó el balón hacia la medialuna contraria y le disparó un perfecto pase de rebote a Johnson para una bandeja.

Nómbrame otro centro capaz de promediar dos cifras en rebotes y crear sus propios contraataques.

Pero la temporada es larga, claro, y aún no sabemos qué pasará con los Hawks cuando sean golpeados por la inevitable ola de lesiones y sus anotadores caigan en malas rachas. Pero sí sabemos una cosa: Son atléticos. Y ahora, son mucho más.

Escrito por: John Hollinger // www.basketdominicano.com