El dominicano Jack Michael Martínez terminó con 21 puntos, 13 rebotes, 3 asistencias, una bola robada y 2 bolas perdidas en 33 minutos que estuvo en cancha.
Jack tiró de 21-6 de campo, incluyendo de 4-0 de tres, y tiró de 10-9 de tiros libres para una valoración de +21.
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“Es una inmensa alegría, para todo en esta organización, ver a un equipo que trabajó desde diciembre celebrar el campeonato, ellos son justos ganadores del campeonato”, comentó el técnico naval Iván Déniz.
Una de las claves para obtener el décimo campeonato en la historia de la LPB fue mantener el carácter del conjunto, jugar con un pensamiento y buscar lograr los objetivos.
“Sacamos actitud, carácter, pasamos momentos difíciles pero este equipo siempre luchó para salir adelante, porque deseaban ser campeones”, dijo el emocionado coach ibérico
Cuando regresaron a casa, con la serie en contra, el quinteto naviero no se rindió, mostró deseo de remontar y llevarse el título. “Creímos en nosotros, a pesar de venir a casa con la serie en contra, defendimos hombre a hombre los 40 minutos de cada partido, esa fue la clave, la defensa que nos llevó al campeonato”, dijo el técnico.
José “Grillito” Vargas asumió los ribetes de capitán como el “mayor compromiso de su vida”, y luego de seis meses de largo trabajo pudo levantar el trofeo de campeones.
“Nadie creía en nosotros, decían que no teníamos equipo, muchos hablaron pero nos dedicamos a jugar baloncesto todos los días, ahora somos los campeones, tenemos la décima estrella en nuestra casa, luchamos por ella”, comentó el capitán de la nave.
Una de las nuevas caras del Acorazado Oriental, que batalló durante toda la final con los internos del quinteto rival, José Bravo, se mostró complacido con lo realizado, “le doy gracias a Dios, salí y demostré lo que puedo hacer, me esforcé en la defensa, ahora se me sale el corazón de la emoción de celebrar este triunfo que es de todos, el equipo trabajó unido para ser campeones y lo logramos”.
El interno con quien hizo llave durante gran parte del año Bravo, Jesús Urbina, no dejó pasar el momento para afirmar que es “una bendición, es mi primer campeonato en Venezuela, con Marinos luego de llegar este año, nosotros siempre trabajamos para esto, nos esforzamos, aguantamos y aquí están los resultados, estoy súper feliz”.
Juan Herrera llegó a Marinos a mitad de la temporada para fortalecer y balancear el plantel suplente, con su experiencia supo estar en los momentos claves para ayudar a su club.
“Muy emocionado de poder celebrar un título con este equipo, ellos me buscaron porque creyeron en mí, en mi trabajo, luché contra ellos hace unos años, ahora me estoy disfrutando esto como uno de los mejores momentos de mi vida”, dijo el “Congelador”.
Ernesto Mijares fue determinante en la conducción de los últimos dos encuentros de la final, estabilizando el juego cuando Carlos Cedeño debió ir a descansar.
“Trabajamos intensamente desde diciembre, no tuve muchos minutos en la temporada, pero seguí trabajando, me esforcé por mantenerme enfocado y en esta final esperé mi momento para demostrar que podía ayudar, la emoción es indescriptible”, dijo quien celebró su quinto campeonato con el Acorazado Oriental.
La nave oriental completó así una temporada donde culminó como el mejor equipo en la ronda eliminatoria, comandó los tercios de final y avanzó a la final luego de vencer a Gigantes de Guayana en la semifinal.
Ficha técnica:
Abridores del local: Carlos Cedeño, José Vargas, Aaron Harper, José Bravo y Germán Gabriel
D.T.: Iván Déniz
Abridores del visitante: David Cubillán, Jhornan Zamora, Dwight Lewis, Robert Glenn y Jack Martínez
Árbitros: Víctor Useche, Daniel Delgado y Reynaldo Mercedes
Escenario: Gimnasio Luis Ramos.
Prensa LPB
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