Caras frescas y jóvenes empiezan a tocar las puertas para integrar el equipo nacional. El talento es mucho y muy variado.
Lejos han quedado los días en los cuales había que “sacar” de donde no había para conformar un equipo nacional.
Ahora el talento sobra. Jugadores con gran calidad y capacidad tendrán que ser sacrificados ya que solo 12 pueden ser los elegidos.
Y en medio de la lucha por los puestos está la siempre constante pelea entre el presente y el futuro.
Una dura tarea para el cuerpo técnico será decidir entre los jugadores que ya han pasado por la experiencia de representar al país y mantienen su estatus o aquellos que, con el ímpetu y el impulso de la juventud, empiezan a reclamar su espacio.
Además hay que considerar que el Centrobasket no es cualquier torneo. Es el inicio del ciclo olímpico, el primer paso hacia la consecución del único escenario al que todavía no ha podido acceder el baloncesto dominicano: los Juegos Olímpicos.
Preocupa la falta de fogueo con la que el equipo llegará a tan importante cita internacional. Pero es casi lo mismo para todos los equipos, con ligeras excepciones.
Un cambio generacional que coincide con un momento especial en el baloncesto dominicano que no se puede desaprovechar.
El reto es difícil, pero los entrenadores de la selección han demostrado tener la suficiente capacidad como para saltar grandes escollos. Esperamos que éste sea solo uno más.
Un logro más para construir
La medalla de bronce en el Centrobasket masculino U15 y clasificación para el Premundial U16 es otro logro más que se suma al gran año que va tejiendo el basket dominicano a nivel internacional.
Es la primera vez que se alcanza tal posición en una categoría tan temprana y se siguen sacando los frutos de una calculada y hasta ahora exitosa estrategia de buscar, entrenar y unir al mejor talento disponible por categoría con los mejores entrenadores posibles.
Y es un eslabón importante ya que es en la cual se arranca la base para ir subiendo hasta llegar a la edad y la madurez física y mental para integrar una selección de mayores.
Pero, al igual que la clasificación al Mundial U19 del año próximo en Grecia, este avance no hace más que comprometer todavía más a los federados, gerentes, entrenadores y jugadores.
Es un diamante en bruto al que hay que seguir puliendo.
La victoria decisiva ante Panamá fue inapelable. Pero ahora se va a un compromiso de mayor envergadura donde entran en juego las potencias del continente (Estados Unidos, Canadá, Brasil, Argentina), además de los dos equipos que quedaron 1-2 en el Centrobasket (México y Puerto Rico).
Por Alex Rodríguez
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