Palabra repetida muchas veces en la República Dominicana en el último año, sinónimo de baloncesto en los últimos doce meses, resumen del sueño olímpico de todo un país.

Pocas cosas unen tanto a los pueblos como el deporte, desde tiempos inmemoriales alrededor de los grandes éxitos atléticos se han colegiado los más nobles y puros sentimientos. A veces, pasiones exacerbadas que degeneran en violencia, pero siempre la naturaleza humana muestra su cara más diáfana, más cruda, más cruel.

En el caso de la Selección Nacional de Baloncesto de mayores de mi país, el asunto va más allá de lo profesional. Para mí es un proyecto personal.

Desde niño, en ella veía colocadas mis ilusiones de grandeza, a falta de un vehículo para mostrarlas en el béisbol donde los dominicanos éramos potencia. Así fui poco a poco deseando algún día verla en mejores escenarios.

Con victorias y derrotas, altas y bajas, fueron llegando los momentos de gloria que generalmente no pasaban de algún buen juego o como mucho un buen torneo. Siempre en la orilla se quedaba la tricolor prometiendo mucho, pero víctima de esas cosas que como sociedad también tenemos que superar. Desorden, individualismo, falta de gerencia.

El momento llegó en que me tocó ver el deporte de otra manera, me hice periodista y al involucrarme se fueron todas las aficiones por equipos particulares, menos la de mi selección.

Con ella me tocó vivir mi primera gran experiencia profesional en el preolímpico de Mar del Plata 2011. Ver de cerca a los jugadores, sus cuestiones humanas y vivir con ellos el proceso en persona, me marcó para siempre.

Jamás volveré a ser el mismo luego de mirar el juego desde el ojo del atleta.

Compartir con ese grupo, percibir a la distancia lo que vivía mi país, ser testigo de excepción de la unidad de todos detrás de 12 hombres, me hizo convencer de que había tomado la decisión correcta al engavetar mis libros de derecho y abrazar la comunicación deportiva como modus vivendi.

Y así, por cosas del destino, aquí estoy de nuevo. Con la dicha de seguir este proceso palmo a palmo, de ver a Al dejar su rehabilitación a medias para ponerse la camiseta del país, de sentir el dolor de cada tiro fallado de Francisco y saber que por sus venas corre sangre competitva, de convencerme de que jamás alguien ha portado la camiseta con tanta pasión como Jack Michael.

Otra vez, con el privilegio de sentarme en la misma mesa de Eulis Baez y oirle hablar de su familia en España, perplejo de ver el talento de Karl Towns, el crecmiento y la humildad de Juan Coronado o la fuerza de voluntad de un Edgar Sosa que con su recuperación ha sido la inspiración de todo el grupo.

Compartir de cerca con Manuel Guzmán y su alegría permanente o ver a "Mañé" evolucionar hasta hacerse un indispensable dentro del equipo y percibir en Gerardo Suero el coraje de un anotador innato, son cosas que nunca podrán ser llevadas en la anotación de puntos o rebotes.

Un segundo al lado de Josh Asselin sirve para entender que sin ser dominicano de nacimiento, está agradecido de representar un país, oportunidad que no hubiera recibido en los Estados Unidos. Ver sonreír a Ronald Ramón es suficiente para entender el amor por el jugo que le brota por los poros.

Ellos 12, con sus esperanzas y su historia personal tratarán de unirse para alcanzar un mismo objetivo, ese que los lleve a trascender, a vivir en la memoria colectiva y a darle a la República Dominicana un bálsamo en medio de tantas dificultades.

Ellos 12, tienen aquí en Caracas lo mejor del mundo a su frente, conscientes de que el reto es inmenso, pero también, entendiendo que sus capacidades, su talento y su preparación les permiten mirar a los rivales a su mismo nivel.

¿Repechaje?

Para muchos es una palabra hueca, incomprensible, propia de técnicos del deporte. Para ellos 12 es su vida entera, el momento de saber su lugar en el mundo. Para mí, la culminación de un año intenso siguiéndolos paso a paso. Para el baloncesto dominicano, su gran pasaporte a la historia.

Y para tí, ¿qué es el repechaje?

Fuente: José Gómez (Síguelo en twitter: @GomezFJose)

Publicado por: www.basketdominicano.com

5 comentarios :

  1. Mi hermano casi lloro con tu comentario, el basket nos une verdaderamente!

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  2. Saludos...muy emotivas y precisas sus palabras,las cuales agradezco desde mi óptica de seguidor permanente del deporte dominicano, y muy especial de baloncesto...que es mi pasión. La gran mayoría de nosotros vemos a los jugadores como seres infalibles y superiores,por lo que es se nos hace imposible aceptar que puedan cometer errores mentales o de ejecución en la cancha...ese perfil humano que usted está planteando en su excelente artículo me parece un acto de JUSTICIA incuestionable a favor de todos ellos...que dejan familia, la comodidad de disfrutar su bienestar económico ganado en buena lid, la diversión que demandan como seres que reciben estress extremo y un descanzo a su cuerpo sometido a los mas intensos rigores del entrenamiento...que los hace envejecer de forma prematura. Que bueno que usted haya plasmado con tanta claridad la parte que no se ve, a la que le damos de lado por la conveniencia de dejar establecida la oportunidad de encontrar culpables si ocurrienran las derrotas...DIOS BENDIGA A TODOS ESTOS JOVENES VALIOSOS!!

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  3. No hay mas definicion q esa, se un gran equipo Unidos para vencer!!! NO PUEDEN no no no NO PUEDEN!!!!

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  4. Comparto ese sentimiento de AMOR, ENTREGA Y DE UNION que nuestros 12 atletas nos han brindado con un solo motivo en comun solo defender los colores patrios. Son nuestros heroes y los apoyamos 100% Dios les bendiga a todo por la entrega.

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  5. muy buena respuesta por jose gomez

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