El baloncesto dominicano tuvo altas y bajas en su recorrido del 2010, que termina este viernes. Entre las altas, puntos positivos, estuvo la medalla de plata que alcanzó el equipo nacional, en el Centrobasket celebrado aquí, logrando así su clasificación para el torneo Pre-Olímpico del 2011.

Ese mismo Centrobasket dejó un saldo negativo para el país, como organizador de eventos internacionales, por el inapropiado acondicionamiento que se hizo al Palacio de los Deportes Profesor Virgilio Travieso Soto, para albergar ese certamen, el cual estuvo a punto de ser cancelado, ya en proceso, debido a los problemas de climatización (aire acondicionado) de la mencionada instalación.

Unas semanas después, en agosto, el equipo nacional ganó medalla de bronce en el torneo de los Juegos Centroamericanos y del Caribe, Mayagüez 2010. Así, el país regresó al medallero en ese tipo de competencia, la cual dominó con la medalla de oro en sus versiones sucesivas de 1998 (Venezuela) y 2002 (El Salvador), antes de fracasar en el 2006 (Colombia).

El desastre capitalino

Lo ocurrido en la capital fue un desastre. Desde el torneo pre superior, hasta el superior mismo, qué digo, desde las categorías menores.

La improvisación fue la marca de fábrica del desorden que constituyó el ejercicio de la Abadina en la organización de los certámenes en el 2010. Torneos de categorías menores que se “inauguraban” y continuaban diez días después. Un pre superior en el cual se expulsaron equipos, incluyendo al mejor del torneo Bameso sin causa que lo justificara.

El superior fue una monstruosidad: un torneo sin campeón del año anterior, se sacó al mismo equipo del pre superior Bameso de la clasificación, como retaliación por su oposición al desorden, aplicando para ello de manera errada el reglamento técnico aprobado para el certamen.

Luego se volvió a aplicar mal el reglamento para determinar los apareamientos de los equipos en la semifinal. Hubo falta de calidad en las transmisiones de radio y televisión, una pésima comercialización, unas deficientes relaciones públicas.

Todo eso en una torneo que el público prefirió no respaldar, entre otras cosas, por no tener que ir al “baño sauna” que suponía asistir al Palacio de los Deportes, sin aire acondicionado.

Por eso la mayoría de los clubes, abrumadoramente, votó contra la reelección de la Junta Directiva que encabezó Manuel -Cholo- Suero y eligió a la plancha liderada por Johnny Marte, para dirigir los destinos de Abadina, a partir de este mes de diciembre. Eso fue positivo.

LNB un éxito

Uno de los puntos positivos fue el regreso del torneo nacional, ahora con una liga bajo otro nombre, una nueva mayoría de inversionistas y un liderazgo como el del licenciado Federico Lalane José, como presidente.

La Liga Nacional de Baloncesto (LNB), suplantó a la desaparecida Liga Dominicana de Baloncesto (LIDOBA), la cual recesó en el 2009. Sin embargo, la LNB retomó muchos de sus elementos organizativos (yo diría que más del 85 por ciento) de los primeros tres años de aquella, y con más dinero en los bolsillos de los dueños de equipos, tuvo un torneo exitoso, dentro de las circunstancias en la cuales se montó (con poco tiempo), superando las expectativas de su propios organizadores.

En el interior

En el interior siguieron los torneos “superiores”, sin ton ni son, en la mayoría de los casos. El de San Francisco de Macorís no terminó. El de Santiago se recuperó bastante del trágico suceso que significó la muerte de una joven en el 2009. Se jugó en San Pedro de Macorís un torneo que hizo recordar a algunos los mejores momentos del baloncesto allí.

El campeonato de Hato Mayor hubo que detenerlo por falta de recursos, aunque después continuó. En Puerto Plata se jugó un buen torneo, lo mismo que los reportes que se tiene del celebrado en La Vega. En San Cristóbal hubo que enfrentar serios inconvenientes económicos. Los mismos que hicieron desaparecer sus franquicias de béisbol y el del torneo nacional de baloncesto: no hay un buen mercado allí.

La carta de Frank

Por razones de espacio, la semana pasada quedó mutilada la carta que nos envió el ingeniero Frank Herasme, presidente de la Federación Dominicana de Baloncesto. Esta vez reproducimos la parte en la cual él se refiere a la situación de Abadina.

“ABADINA”
“El nuevo Comité Ejecutivo que preside el buen amigo ingeniero Johnny Marte tiene grandes retos por delante: 1. Montar todos los eventos con buenas participaciones de clubes, aspecto en el que el pasado Comité Ejecutivo de Manuel -Cholo- Suero fue muy bueno. 2. Superar una deuda que bordea los RD$3 millones de pesos, prácticamente todo del pasado Torneo Superior. 3. Montar un Torneo Superior 2011 en un nivel que pueda ser calificado de relanzamiento. 4. Un Palacio de los Deportes que no resiste más. 5. Un año 2011 que puede tonarse difícil en términos económicos. 6. Crear una buena estructura técnica y administrativa. 7. Asignación mensual de la ABADINA no llega a los RD$25,000.00 pesos. 8. Los gastos son cuantiosos.

9. El desafío es inmenso, por lo que no pueden tomar un sólo día de vacaciones. 10. Su capacidad de gestión, mercadeo y gerencia deberá ser espectacular. 11. Todos debemos empujar hacia una sola dirección”.

Así de sombrío es el panorama para la Abadina y el baloncesto capitalino, de cara al 2011, para el cual les deseamos muchas felicidades a todos nuestros consecuentes lectores.

Escrito por: Osvaldo Rodríguez Suncar // www.basketdominicano.com

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