EULIS BAEZ: UN LUCHADOR DESCONOCIDO.

Eulis Báez es uno de esos jugadores desconocidos para la mayor parte de la afición del baloncesto. Un jugador rocoso de apenas 2,01 que batalla en un equipo modesto... pero que noche tras noche se empeña en derribar murallas impensables mientras se adapta al frío castellano a base de embutido.

“Cuando llegué a España (2005, Akasvayu Vic en LEB-2) había muchas dudas porque era muy pequeño, pero yo sólo tenía un objetivo: llegar a la ACB. Vine a España con esa meta, y las cosas fueron bien en Vic, consiguiendo un ascenso, pero no tan bien en León en LEB Oro, ya que quedamos eliminados en primera ronda del Playoff”, relata el dominicano, más “listo y preparado” cuando en 2009 el Blancos de Rueda Valladolid se atrevió a darle su oportunidad en la ACB: “estaba más preparado para aguantar los golpes de los pívots ACB, que son más fuertes y más grandes”, asevera.

“Cuando llegué le dije a Porfi que a mí lo que me gusta es ganar partidos, que hacer 70 de valoración y ganar MVPs no me mola mucho. Es un privilegio, ya lo sé, pero yo lo que quiero es celebrar victorias juntos”, explica mientras sus compañeros le esperan para disfrutar de la victoria en Granada. “Las victorias son de todos, haga uno mejores o peores números. Los equipos son eso, equipos, no 2 tipos y los demás a mirar qué hacen”.

Por eso disfruta tanto en Valladolid, en “un verdadero equipo de baloncesto. Estamos haciendo lo que queríamos hacer, ser sólidos como grupo, especialmente en casa. Todos participamos y queremos mantener esa dinámica”. “Estoy contento por eso, porque estamos ganando y yo estoy ayudando. En cambio el año pasado estuve lesionado y luego no jugué muy bien y el equipo no ganaba mucho, era difícil”, añade.

“Queremos estar en la Copa con los grandes”

El Blancos de Rueda Valladolid es uno de los ocho equipos empatados con 7-6. Concretamente, séptimo. “Ocho equipos empatados... Es la locura de la ACB, ¿sabes? Aquí el último le ha ganado al primero, es una locura”, remarca.

Pero entre tanta igualdad, Báez huye del tópico de luchar por la permanencia y luego ya se verá. “Claro que nuestro objetivo es salvarnos, pero nos encantaría estar en la Copa. Quiero que sigamos trabajando fuerte y ganando. Queremos estar en la Copa con los grandes, de verdad que lo queremos”.

Con tres partidos como local en perspectiva, el dominicano tiene claro que “tenemos que sacar los partidos en casa, en nuestro Valladolid. Es lo que nos toca, si no hacemos nuestro trabajo en casa, la Copa tendrá que ser otro año”.

El rebote como arma

La especialidad de Báez es el rebote. Mide apenas 2,01 pero se posiciona como pocos jugadores y lucha como el que más. “El rebote es querer hacerlo, querer el balón. Las ganas te hacen ir a por él. Y no siempre lo puedo coger, pero si no llego hay que ayudar a que otros compañeros puedan conseguirlo, ayudando con los bloqueos, peleando”, explica, intentando razonar quizá por qué es uno de los mejores reboteadores ofensivos de la liga (2,41 por choque, con promedio por minuto superior al de muchos de los mejores en ese apartado).

“Mido 2,01, no puedo coger un rebote sólo estando parado, tengo que pelearlos y lucharlos al máximo. Para mí son una motivación para pelearme más que otros jugadores, para esforzarme y conseguir algo que para mucha gente no sería posible”, dice.

Embutidos contra el frío castellano

Eulis Báez es el único dominicano en la ACB... y ha elegido un peculiar camino para alguien de tierras cálidas y soleadas como la república centroamericana. Vic, León y Valladolid; frío en invierno asegurado. “No he tenido la suerte de estar calentito todo el rato, no”, bromea. “Pero me he acostumbrado, ya en Estados Unidos también hacía frío y me vino bien cambiar de aires. No sé, en Vic me acostumbré a comer embutidos y ahora pues... como embutidos todos los días”, señala riendo.

Pero Báez pudo llegar a España hace bastante más tiempo. “Con 17 años, Sibilio me quiso traer a España para jugar como extranjero en la LEB-2. Pero mi madre no quería que me convirtiese tan pronto en profesional y yo soy de obedecer sus consejos, siempre me ha ido bien así y como mi madre me dijo que no, me lo quité de la cabeza y empecé a mirar qué estudiar. En esas contactó conmigo Sergio Roco, un entrenador, y me dio la oportunidad de ir a Estados Unidos a jugar en un Junior College. De allí me fui a Florida International y sólo ganamos 8 partidos, fue un mal año y al irse el entrenador me fui yo también. Al cambiar de universidad tuve que pasarme un año en blanco y avancé mis estudios de Administración de Empresas, y luego jugué en Western Illinois. Al acabar en 2005, finalmente sí que me vine a España y ahí empezó todo”.

Escrito por: Pablo Malo de Molina (ACB) // www.basketdominicano.com