MIAMI -- Un par de meses pueden hacer toda la diferencia del mundo. En un abrir y cerrar de ojos, se puede pasar de decepción a esperanza renovada.
Eso fue exactamente lo que sucedió con el seleccionado de baloncesto de Puerto Rico.
En septiembre, el combinado Puertoriqueño finalizó el Mundial de Turquía en la posición numero 18, y claramente no se colmaron las expectativas.
"Para nosotros fue una gran decepción", admitió el director de operaciones de la Federación de Baloncesto de Puerto Rico, Jaime Lamboy. "Luego nos sentamos a conversar con el presidente Carlos Beltrán y decidimos que necesitábamos un cambio de raíz".
Aquí es donde ingresa a la escena el nuevo flamante entrenador de Puerto Rico, Rick Pitino.
"Es la máxima contratación en la historia de Puerto Rico", expresó Beltrán. "Hemos tenido grandes entrenadores, pero ninguno llegó en su auge como es el caso con Pitino".
Definitivamente es un golpe de timón que pocos esperaban, incluso hasta los propios directivos boricuas.
"Comenzamos nuestra búsqueda considerando a varios entrenadores", continuó Beltrán. "Entre ellos estaba Sergio Hernández, que acababa de finalizar su vínculo con Argentina, pero posteriormente comenzamos a mirar entrenadores en la NCAA".
Teniendo en cuenta que Puerto Rico no es catalogado como una gran potencia del básquetbol ni mucho menos -- de hecho sus mejores actuaciones fueron un cuarto lugar en los Juegos Olímpicos de Tokio en 1964 y otro cuarto puesto en el Mundial de Básket 1990 en Argentina -- Pitino no parecía ser un candidato viable.
"No estaba en nuestra lista", admitió Beltrán. "Pero cuando escuchamos que estaba intrigado por la posibilidad, ni lo dudamos y viajamos a Louisville".
Fue en el Día de Acción de Gracias que parte de la dirigencia boricua se dirigió al estado de Kentucky a hacer un primer contacto con el galardonado entrenador, que no sólo entrenó ocho años en la NBA, sino que además es el único en la historia en haber llegado al Final Four con tres universidades distintas.
"Si les soy sincero, al principio lo veía como una posibilidad lejana dado que pensé que los tiempos no me daban, teniendo en cuenta que estoy comprometido con la Universidad de Louisville", declaró Pitino en su primera conferencia de prensa como mandamás boricua. "Soy un hombre que se mueve por retos, y viendo la pasión de los directivos por este deporte, me fui emocionando cada vez más".
El base Carlos Arroyo no pudo estar presente en el hotel Conrad, donde se llevó a cabo la conferencia, debido a sus compromisos con el Miami Heat, pero sí se hizo presente el base de los Dallas Mavericks, J.J. Barea.
"Simplemente tengo que decirles gracias a todos por esta gran oportunidad", expresó Barea. "Tener la posibilidad de ser entrenador por alguien de la talla de Pitino es un honor. No tengo dudas de que nos ayudará y nos plasmará todo su conocimiento".
Reacción entendible la de Barea, teniendo en cuenta que pocos podrían haber anticipado este movimiento, y evidentemente la Federación está haciendo todo lo posible para contentar a una apasionada afición, y por sobre todas las cosas recuperar el prestigio en lo que al baloncesto se refiere.
"La meta es llegar a los Juegos Olímpicos", sentenció Pitino. "Tenemos la espalda contra la pared porque jugarán 10 equipos en el preolímpico de Argentina, y apenas hay dos plazas, pero esa es nuestra meta".
Nada le gustaría más a los cuatro millones de puertorriqueños que hace tiempo esperan un golpe de estas dimensiones.
"En Puerto Rico el baloncesto es pasión", opinó Beltrán. "Prácticamente todo el país pretende ser entrenador porque les apasiona el deporte".
El domingo se juntaron a cenar Arroyo, Barea y Pitino, entre otras cosas para conversar acerca de lo que viene.
Ya todos conocen a Barea y Arroyo", dijo Pitino. "Ahora habrá que ver quiénes hacen el trabajo necesario para ganarse los otros 10 cupos. Todos empiezan de cero, y depende exclusivamente de ellos".
Uno de los grandes interrogantes era ver cómo Pitino iba a manejar sus tiempos entre la Universidad de Louisville y el seleccionado de Puerto Rico.
"La idea es utilizar los meses de abril, mayo y parte de junio para realizar las evaluaciones", explicó el entrenador. "Ya tenemos un listado de jugadores de distintos grupos de edades que queremos evaluar".
"No podremos estar en los Juegos Panamericanos por mis obligaciones con la universidad, pero vamos a llevar al seleccionado a Lousville en julio, luego viajaremos a las Bahamas para jugar un torneo previo, y ya sí después volveremos a Puerto Rico para los preparativos finales", añadió Pitino.
La Universidad de Louisville accedió a esta posibilidad, dado que ellos también saldrían favorecidos.
"Una de las cosas más importantes es desarrollar a los juveniles", enfatizó Pitino. "Y aquí es donde entra la Universidad de Louisville, dado que podremos reclutar a muchos jóvenes para que vengan a jugar para nosotros".
En cuanto al sistema de juego se refiere, Pitino aclaró que lo más importante es "el sistema defensivo".
Había algunas dudas acerca de la adaptación de Pitino a un básquetbol con reglas FIBA, pero el entrenador se encargó de disiparlas de inmediato.
"La manera en que nosotros jugamos se adapta a la perfección a la FIBA", declaró Pitino. "Barea es uno de los mejores jugadores de pick and roll del mundo, y creo que va a brillar en nuestro sistema".
Este lunes Puerto Rico irrumpió en la escena mundial con la contratación de Rick Pitino como entrenador, una noticia que le llamó la atención a todos, incluso a los medios norteamericanos, que especulan con que este paso simplemente sea la antesala para hacerse cargo de los Estados Unidos una vez que Mike Krzyzewski deje su cargo.
"Fue una decisión tomada en el momento", aclaró el entrenador. "Va a ser una gran experiencia, es algo que nunca he hecho antes, pero tengo 58 años y estoy en el último tercio de mi carrera. Pero hablando francamente, no tengo ambiciones más allá de esto. Mirar a futuro es como reírse del diablo".
Pitino no necesita una gran remuneración económica, algo que la Federación de Baloncesto de Puerto Rico no le puede dar, puesto que está cómodo desde el punto de vista financiero.
Necesita nuevos retos, y Puerto Rico dijo presente en el momento preciso.
"Para mí es un gran honor", concluyó Pitino.
También lo es para los millones de boricuas, que a partir de este lunes gozan del privilegio de contar con un entrenador de primer nivel.
En los últimos años, Brasil y Argentina han dominado el baloncesto de este lado del hemisferio entre los latinos.
Pero hoy por hoy, por lo menos hasta que ingresen a la cancha, Puerto Rico vuelve a la escena grande del básquetbol.
Llegó Pitino y llegó una nueva esperanza, que por el momento hará olvidar varios años de decepciones.
En Puerto Rico festejan, pues hoy, se ganaron la lotería.
Escrito por: Sebastián M. Christensen // www.basketdominicano.com
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