El intercambio cultural a través del deporte guarda su valor, pero más que eso, la idea es transmitir las buenas condiciones y la calidad en lo que se hace. Luego, si se mantiene un buen ritmo, saltar a otros niveles, y por qué no, a la WNBA.
Olympia Scott y Sue Wicks, dos ex integrantes de la exigente liga femenina WNBA comparten sus experiencias en el país, mediante clínicas, con jóvenes jugadoras, con la encomienda no solo de que los mozalbetes desarrollen sus habilidades, sino de que también se esfuercen en lograr sus metas.
“Hemos tenido la oportunidad (aquí) de hablar con varios alumnos de secundaria y hemos tenido palabras de motivación”, dijo Scott, quien junto a Wicks visitó a Multimedios del Caribe la mañana de ayer.
Las dos personalidades del baloncesto de la WNBA imparten clínicas en el país mediante el programa de Embajadoras deportivas, que ejecuta el Departamento de Estado de los Estados Unidos; tiene el respaldo local de la Embajada de esa nación norteamericana en República Dominicana a través del Centro Franklin; Sports United y el Ministerio de Deportes, que dirige Felipe Payano.
“Hemos visto talento aquí”, coincidieron las dos jugadoras, que ya han impartido sus conocimientos en los clubes Calero, San Lázaro, Mauricio Báez, irán a San Pedro y La Vega. La ex selección nacional Teresa Durán acompaña a las instructoras y las visitas son coordinadas por el técnico Fernando Teruel.
Lo valioso, destacan Olympia y Sue consiste en estar preparadas para alcanzar las metas.
Scott jugó para Utah Starzz, Detroit Shock, Indiana Fever, Charlotte Sting, Sacramento Monarchs, con el cual ganó el título de 2005. Luego con Phoenix Mercury en 2007, donde obtuvo su segundo campeonato para ser la primera en la WNBA en ganar dos con equipos diferentes. Tuvo 10 años de carrera. Wicks jugó 15 y llegó en 1997, año inaugural de la WNBA. Fue firmada por New York Liberty, que perdieron el campeonato ante Houston Comets ese año y después cayó ante Houston en el 2000 y Los Angeles Sparks en 2002. Fue parte del oro de Estados Unidos, en los Juegos Panamericanos Indianápolis 1987.
“Personas vienen a nosotras y nos dicen ‘tienes suerte de jugar en la WNBA’, comenta Olympia. “Y les digo, ¡gracias!, pero no creo en la suerte, creo en que Dios nos bendice con talento, quizás con grandes habilidades, el deseo y el espíritu competitivo”, dice. Palabras como éstas son las que usan para motivar a las chicas y chicos.
“Suerte es estar preparada para las oportunidades, porque practicas fuerte, porque tienes buena actitud, porque fuiste educada”, explica Olympia, lo cual compartió su amiga. “Me identifico con ella -Olympia- si quieres ser doctora, abogada o madre, lo que quieras ser, tienes que estar preparada, es así de simple”, comenta Sue.
“Jugamos porque amamos el juego”, continúa Scott y es algo , dice, que se hace desde la escuela básica y la secundaria. “Esta es nuestra preparación cuando vino la liga, estábamos preparadas, fuimos capaces de tomar la oportunidad”. La WNBA nació en 1997. “La oportunidad siempre está alrededor, hay que tener fe de que vendrá eventualmente y el trabajo es básico”.
Muchas chicas practican el baloncesto en el país, pero se ve lejos pensar en que alguna sea de la WNBA, se tomará 20 ó 30 años, sugirió quien escribe.
“Quizá más pronto”, dijo Sue, lo que comapartió Scott.
Escrito por: Carlos Sánchez G. (El Caribe)
Publicado por: www.basketdominicano.com
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