James Feldeine anotó el primer triple del partido (y de la temporada) y un pase suyo facilitó la canasta decisiva en la prórroga. En los 39 minutos que estuvo sobre la cancha entre una jugada a otra, el escolta de ascendencia dominicana y nacido en Nueva York demostró en el Menorca al Pazo que puede ser su nuevo ídolo: 32 puntos, cinco asistencias y 32 de valoración, para convertirse en el MVP de la jornada.

Pero más allá de los números, Feldeine teletransportó a los aficionados breoganistas a seis años antes, cuando Charlie Bell era el héroe del equipo en la ACB.

Los mismos gestos para desbordar al defensor, su capacidad para amenazar desde el triple, la mirada exhortativa hacia la grada tras anotar (Bell levantaba las manos y Feldeine se golpea el corazón o simula que su mano es una sierra), pero sobre todo esa sensación de infalibilidad.

Cuando el balón llega a Feldeine, el público tiene la sensación de que va a encestar, que lo difícil es que falle. Salvando las distancias (obviamente la LEB Oro no es la NBA), su aptitud emula a la de Navarro en la fase final del Eurobásket, a la de Dwayne Wade en la final de la NBA de 2006 ante Dallas, o a la del propio Charlie Bell en el Breogán de la temporada 2004-2005. Eso ocurrió el sábado en el partido contra el Menorca, uno de los gallos de la categoría, cuya defensa con ayudas centrada en Feldeine se vio desarbolada una y otra vez por la velocidad del neoyorquino en estado de gracia tanto para encestar en penetración, a media distancia en carrera sobre una pierna o desde la línea de tres puntos.

Bell solía subir el balón o recibía arriba, mientras que Feldeine se pasa el partido corriendo de una lado al otro de la zona, buscando los bloqueos de los postes, con el consiguiente desgaste físico. Esa quizá es la única pega que se le puede poner al partido del sábado, el agotamiento con el que llegó a la prórroga. De hecho, fue su peor fase del partido; hasta el final, cuando la defensa se volcó sobre él en la jugada decisiva y supo sacar el balón hacia los compañeros. Una pelota que al final llegó a Álex Navajas, que anotó su quinto triple de cinco intentos y desencadenó el éxtasis en el Pazo.

Ésta es otra diferencia entre el Feldeine de la temporada pasada y el de esta. A su llegada a Lugo, hace ahora un año, al alero se le veían buenas condiciones, pero no pasaba de ser un francotirador. A medida que avanzó la campaña, y sobre todo tras la llegada de Pepe Rodríguez, Feldeine amplió sus conocimientos del juego europeo y se convirtió ya al final de temporada en un jugador letal. Su permanencia en Lugo parecía difícil. Tuvo ofertas mejores, pero aconsejado por su agente decidió quedarse una temporada para asegurarse su asentamiento como estrella de la LEB Oro, lo que sin duda le reportará mejores opciones e incluso la posibilidad de jugar en ACB.

Y ése es el camino que ahora se marca Feldeine, un jugador que ahora sí ve el pase cuando le hacen dos contra uno, algo que le costaba el año pasado. Con los jugadores que tiene a su alrededor, lo suficientemente hábiles y resolutivos a tenor de lo mostrado en la primera jornada, el Breogán puede dar muchas alegrías a una afición que el sábado abandonó el Pazo con la misma alegría vivida a finales de la pasada campaña, a pesar de perder con el Obradoiro.

¿Qué puede deparar James Feldeine? De seguir a este nivel sin duda será el jugador más desequilibrante de la Liga y, a menos que el Breogán dé la sorpresa y ascienda, el de Nueva York proseguirá su carrera en un equipo de superior categoría y posibilidades económicas. Por eso, a la afición breoganista solo le resta disfrutar del jugador durante este curso.

Y recordarlo después, como se recuerda a Charlie Bell, cuya carrera tras su salida de Lugo no fue tan exitosa como esperaba. Añoraba Estados Unidos y se marchó a la NBA, donde jugó cuatro temporadas en Milwaukee Bucks sin pasar de ser un gregario de lujo saliendo desde el banquillo. Ahora está en Golden State Warriors y apenas tiene minutos, aunque sí ceros en la cuenta. Si el cierre patronal lo permite, cobrará ocho millones de dólares los próximos dos años. Minutos de juego, acierto en el equipo elegido y un gran contrato no siempre son posibles.

Feldeine tiene 23 años y está en el primer escalón. Hace unos meses se vistió de romano para un especial de El Progreso, un día después de anotar la canasta decisiva en el play off contra el León. Un aficionado que estaba en la sesión fotográfica se acercó para felicitarlo, como si de una estrella se tratase. «Buen partido, James». Avergonzado y cabizbajo, le respondió: «Muchas gracias». Y es que Feldeine aún es un buen chico que disfruta con el baloncesto.

Manel Freire / El Progreso (Lugo)

Publicado por: www.basketdominicano.com

1 comentarios :

  1. si el pais pudiera hacer los tramites para que este chico pueda pertenercer a la seleccion junto a sammy mejia ya que el resto del materia que tenemos si fueramos y fuerza indetenible y puerto rico no estuviera a nuestro nivel , pero la federacion no contempla casos asi .
    si pudieramos nacionalisarlos fuera algo fenomenal..y si muchas metas se cumplieran ...
    saludos y repetos a todos...

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