Tras la desaparición hace unos años del torneo de voleibol y la gran baja que ha tenido en interés, seguimiento y calidad el béisbol AA parece que la “próxima víctima” podría ser el basket superior del Distrito Nacional.
Con mucho pesar, este certamen parece estar en un punto muerto sin esperanzas de resucitar.
No se vislumbra que pueda aparecer un “Mesías” que cual El Maestro a Lázaro le diga al super basket distrital “Levántate y Anda”.
Y lo más lamentable del caso es que junto con el torneo superior distrital desaparece la Asociación de Baloncesto del Distrito Nacional (Abadina) y todos los demás certámenes de las categorías menores.
La extinción de este torneo superior o de la Abadina es un rudo revés para el baloncesto dominicano.
Aunque el basket se ha desarrollado y expandido por prácticamente todas las latitudes del país, es una incongruencia que la ciudad que ha servido de cuna y base para su expansión quede completamente huérfana de baloncesto.
Sería una mancha para la Federación Dominicana de Baloncesto (Fedombal) desde su presidente hasta el último suplente que desaparezca el baloncesto distrital.
También sería una vergüenza para los clubes de la capital desde los más tradicionales hasta los de más reciente constitución que desaparezca el baloncesto distrital.
Y sería una afrenta para pasados y actuales jugadores, entrenadores, directivos del deporte del aro y el balón que desaparezca el baloncesto distrital.
Y es una responsabilidad de todos hacer todo lo que esté al alcance por revitalizar, reorganizar, reestructurar, revivir al baloncesto distrital.
Los dolientes del baloncesto, sin importar la posición que ocupen en este momento, dentro y fuera del movimiento olímpico, en empresas privadas o del estado, ligados o no a las asociaciones o clubes, ex presidentes de la Abadina, entrenadores, jugadores, técnicos, árbitros, están facultados para ayudar a empujar este vehículo que parece que se ha quedado sin gasolina, sin llantas ni motor, pero que, con la buena voluntad de todos puede volver a ser una de las actividades deportivas que más lustre ha tenido en la historia del país: el baloncesto distrital.
Towns, Kentucky y el 30-0
El novato dominicano Karl-Anthony Towns volvió a sobresalir el pasado martes en un triunfo de la Universidad de Kentucky.
Encestó 19 puntos, 17 de ellos en la segunda mitad, a pesar de tener problemas de faltas personales en una victoria 72-64 sobre Georgia para elevar la marca invicta a 30-0 del equipo que dirige John Calipari.
El partido en la ruta vio al quinteto azul y blanco debajo por nueve puntos con nueve minutos por jugar, enfrentando a un inspirado rival ante una multitud hostil.
Los Wildcats se han colocado a un éxito de terminar sin derrotas en la serie regular que termina el sábado en casa frente a Florida.
Luego vendrá el torneo de la Conferencia Sureste, en el cual Kentucky es un gran favorito y después el torneo de la NCAA donde se espera sea ubicado como el número uno.
El combinado elevó su foja en su conferencia a 17-0 y había ganado los cinco encuentros anteriores por un promedio de 24 puntos.
Horford, rebotes y Hawks
Con los ocho rebotes obtenidos por Al Horford en el triunfo del martes de los Hawks de Atlanta 104-96 sobre los Rockets de Houston, el dominicano ha escalado al top-10 entre los máximos reboteadores en la historia de la franquicia.
El centro y delantero de 6-10 de altura compila ahora 4,439 rebotes de por vida y desplazó a John Drew (4,433) del puesto número diez entre los mejores en ese renglón de por vida en la franquicia.
Es sexto en rebotes defensivos con 3,237, noveno en rebotes ofensivos con 1,202 y séptimo en lances bloqueados con 553. También es noveno en doble dobles con 187.
Por Alex Rodríguez - Listín Diario
alex.rodriguez@listindiario.com
@rodriguezalex16
Con mucho pesar, este certamen parece estar en un punto muerto sin esperanzas de resucitar.
Y lo más lamentable del caso es que junto con el torneo superior distrital desaparece la Asociación de Baloncesto del Distrito Nacional (Abadina) y todos los demás certámenes de las categorías menores.
La extinción de este torneo superior o de la Abadina es un rudo revés para el baloncesto dominicano.
Aunque el basket se ha desarrollado y expandido por prácticamente todas las latitudes del país, es una incongruencia que la ciudad que ha servido de cuna y base para su expansión quede completamente huérfana de baloncesto.
Sería una mancha para la Federación Dominicana de Baloncesto (Fedombal) desde su presidente hasta el último suplente que desaparezca el baloncesto distrital.
También sería una vergüenza para los clubes de la capital desde los más tradicionales hasta los de más reciente constitución que desaparezca el baloncesto distrital.
Y sería una afrenta para pasados y actuales jugadores, entrenadores, directivos del deporte del aro y el balón que desaparezca el baloncesto distrital.
Y es una responsabilidad de todos hacer todo lo que esté al alcance por revitalizar, reorganizar, reestructurar, revivir al baloncesto distrital.
Los dolientes del baloncesto, sin importar la posición que ocupen en este momento, dentro y fuera del movimiento olímpico, en empresas privadas o del estado, ligados o no a las asociaciones o clubes, ex presidentes de la Abadina, entrenadores, jugadores, técnicos, árbitros, están facultados para ayudar a empujar este vehículo que parece que se ha quedado sin gasolina, sin llantas ni motor, pero que, con la buena voluntad de todos puede volver a ser una de las actividades deportivas que más lustre ha tenido en la historia del país: el baloncesto distrital.
Towns, Kentucky y el 30-0
El novato dominicano Karl-Anthony Towns volvió a sobresalir el pasado martes en un triunfo de la Universidad de Kentucky.
Encestó 19 puntos, 17 de ellos en la segunda mitad, a pesar de tener problemas de faltas personales en una victoria 72-64 sobre Georgia para elevar la marca invicta a 30-0 del equipo que dirige John Calipari.
El partido en la ruta vio al quinteto azul y blanco debajo por nueve puntos con nueve minutos por jugar, enfrentando a un inspirado rival ante una multitud hostil.
Los Wildcats se han colocado a un éxito de terminar sin derrotas en la serie regular que termina el sábado en casa frente a Florida.
Luego vendrá el torneo de la Conferencia Sureste, en el cual Kentucky es un gran favorito y después el torneo de la NCAA donde se espera sea ubicado como el número uno.
El combinado elevó su foja en su conferencia a 17-0 y había ganado los cinco encuentros anteriores por un promedio de 24 puntos.
Horford, rebotes y Hawks
Con los ocho rebotes obtenidos por Al Horford en el triunfo del martes de los Hawks de Atlanta 104-96 sobre los Rockets de Houston, el dominicano ha escalado al top-10 entre los máximos reboteadores en la historia de la franquicia.
El centro y delantero de 6-10 de altura compila ahora 4,439 rebotes de por vida y desplazó a John Drew (4,433) del puesto número diez entre los mejores en ese renglón de por vida en la franquicia.
Es sexto en rebotes defensivos con 3,237, noveno en rebotes ofensivos con 1,202 y séptimo en lances bloqueados con 553. También es noveno en doble dobles con 187.
Por Alex Rodríguez - Listín Diario
alex.rodriguez@listindiario.com
@rodriguezalex16
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