LOS PASOS DEL TROTAMUNDO ORLANDO ANTIGUA.

Es la historia que se repite una y otra vez. La misma que tiene a un dominicano común buscando mejores oportunidades en otras latitudes y después regresa para ser figura trascendental en su patria.

Es Orlando Antigua (Santiago, 1973), quien de buenas a primeras irrumpe en la República Dominicana para adueñarse del solio basquetbolístico tras una larga estadía en los Estados Unidos (Nueva York) donde engrosó su hoja técnica.

Pero eso no es fortuito. Antigua está en el lugar correcto y con la persona correcta. El dominicano de 37 años es asistente desde hace unos años del reputado dirigente norteamericano John Calipari, el mismo que tendrá a su cargo la escuadra nacional de baloncesto que buscará uno de dos puestos a Londres 2012 que rifa el torneo Preolímpico de Las Américas.

“Lo conozco de hace mucho tiempo”, narra Orlando acerca de su relación con Calipari. “Él era asistente en la universidad de Pittsburgh antes de que yo llegara y en sus primeros años en UMass (Universidad de Massachusetts) intentó reclutarme, pero terminó reclutando a un amigo mío. Siempre hemos conocido a las mismas personas”, aseguró.

Antigua está en baloncesto gracias al béisbol. Como muchos dominicanos, en su niñez jugó pelota, pero, en sus propias palabras, se definió como un jugador malo, algo que le forzó a dedicarse al baloncesto en los Estados Unidos. Criado en el Bronx, a los 14 años empezó a jugar basket al tiempo que empezaba a ganar pulgadas en su estatura (6’7) y pulía sus habilidades baloncestísticas.

De su infancia tiene un recuerdo que le marcó para siempre. “A los 15 años me dieron un disparo en un ojo y la bala me la sacaron seis años después”, dice mientras se apunta su ojo izquierdo.

“Siempre he dicho que soy muy dichoso y que las oraciones de mi abuela Aridia me ayudaron mucho porque duré una semana en la clínica y solo me pusieron una curita”.

Antigua ingresó a la secundaria Saint Raymond y posteriormente se matrícula a la universidad de Pittsburgh (1991) donde se destaca con el equipo de baloncesto. En esa alma mater también es donde consigue un título en Ciencias Sociales.

“De ahí puede incorporarme al equipo de los Trotamundos de Harlem (1995), siendo el primer latino. Me pasé siete años con ellos y pude viajar a 49 países”, cuenta. “Luego tuve que tomar la decisión de darle un giro a mi carrera y quise iniciar una carrera como dirigente”.

Y vaya que lo logró. Su primer trabajo en la NCAA fue para el equipo de Pittsburgh y su coach Jamie Dixon, luego aceptó ese mismo puesto en la universidad de Memphis con el propio Calipari, a quien también siguió a Kentucky, su actual trabajo.

De padre dominicano y madre puertorriqueña, Orlando también tiene su historia en el seleccionado de baloncesto. Formó parte por primera vez de la escuadra en 1995 en el Centrobasket, evento en el que dominicana consiguió la medalla de plata.

“Estoy listo para dirigir”

Con una carrera de dirigente que comenzó en el 2002 como asistente en el equipo de Mt Lebanon High School, Antigua se siente más que preparado para ocupar el cargo de dirigente en cualquier escuadra de baloncesto. De hecho, el propio ex jugador reveló que han existido varias ofertas dentro de la NCAA.

Sin embargo, él espera el momento ideal para aceptar un eventual trabajo. “He tenido unas cuantas oportunidades, pero he dicho que no, porque estoy en un gran programa con el coach Cal (Calipari) y quiero seguir aprendiendo de él”, dijo Antigua. “Estoy listo, pero no quiero tomar cualquier trabajo, tiene que ser una universidad que valga la pena, que podamos ganar, que tenga una buena administración, recursos para poder ejecutar y todas las cosas que se necesitan para ganar”.

Orlando igual reveló que le encantaría dirigir en algún momento la selección nacional, pero que en lo inmediato está concentrado en ser el mejor asistente que pueda ser.

PIE DE FOTO: Orlando Antigua junto a Rod Strickland observan la charla de Calipari a los jovenes.

Escrito por: Satosky Terrero // www.basketdominicano.com