Santo Domingo.- El debut del baloncesto femenino dominicano en los Centroamericanos y del Caribe fue bordado en bronce y le hizo acreedor de la primera medalla de esa disciplina en la historia del deporte criollo.
“A cuarenta años les rindo un homenaje a esas atletas que aguantaron las burlas debido a que en esa época se repetía que el baloncesto era de varones y sobre todo que con su ejemplo se demostró que al luchar contra lo imposible, todo se puede convertir en posible”, dice Mayobanex Mueses, quien fungió como el entrenador de la selección nacional femenina que ganó la medalla de bronce en el XII Juegos Centroamericanos y del Caribe en Santo Domingo en 1974.
Las dominicanas no iniciaron muy bien que digamos. Fueron superadas ampliamente por Cuba (99-33) y México (108-30) en sus primeros dos compromisos.
Fue la primera medalla ganada por el basket en la historia
“Contra Cuba y México, que eran muy fuertes, iniciaba el quinteto y a los cinco minutos entraban otras cinco y así sucesivamente aunque los federados se molestaban”, añade Mueses.
Luego derrotaron a El Salvador (59-50) con la ofensiva de Nilcia Reyes (18 puntos), Carmen Dilia Santana (14) y Rosa Núñez (10).
“Las integrantes del equipo salieron de la cancha de la UASD y en su mayoría eran estudiantes universitarias y del Liceo Experimental. A los viajes de entrenamientos había que llegar los libros para estudiar y los exámenes eran adelantados o pospuestos para el regreso, previo acuerdo con sus profesores que las distinguían por el deporte que estaban practicando”, añade el entrenador.
En el cuarto encuentro, las dominicanas se impusieron a Puerto Rico con marcador de 41-27 y Reyes volvió a ser la mejor con un total de 10 puntos.
“Con todas las críticas y las burlas de que íbamos a hacer el ridículo logramos la primera medalla de cualquier categoría en el basket criollo”, resalta el integrante del Pabellón de la Fama del Deporte Dominicano.
Los partidos 5 y 6 volvieron a ser amplias derrotas ante las cubanas (124-26) y las mexicanas (104-33). En ese último encuentro, Silvia Espinal encestó 8 puntos.
“Antes de inaugurar el Palacio, la preselección vivía en una pensión a una cuadra de los entrenamientos. Antes a unos cinco minutos a pie de la universidad, pernoctaban y estudiaban. Un minibús las recogía todos los días en la rotonda frente a las facultades de Ingeniería y Arquitectura y Ciencas de la Salud. Eso fue posible con una huelga de las baloncestistas que paralizaron los entrenamientos para pedir mejores condiciones. Nos siguieron las otras preselecciones y logramos el objetivo”, recuerda Mueses.
Volvieron a vencer a las salvadoreñas (64-49) con 21 puntos de Santana, 17 de Reyes y 11 de Espinal. La derrota del último día ante las boricuas (59-57) no impidió que las dominicanas subieran al podium. En el partido de despedida, Santana anotó 21 y Reyes 19.
“Diez días antes del inicio de la competencia, tres de las 12 escogidas enfermaron de mononucleosis infecciosa, conocida como fiebre dura o enfermedad del beso (Mayra Paulino, Guadalupe Ruiz y Scarlett Sánchez); y una cuarta sufrió un desgarramiento del talón de aquiles (Ivelisse Uribe). Las cuatro formaban parte del quinteto”, agregó el experimentado entrenador de baloncesto.
Intento de retiro
Recuerda que tras el suceso el Comité Organizador, casi en su totalidad, le sugirieron que se retirara el equipo por el temor de que las restantes integrantes podían enfermar lo que sería catastrófico para los Juegos. Resalta que solo Virgilio Travieso Soto, presidente de la Federación Dominicana de Baloncesto (Fedombal) y director técnico del certamen, estuvo de acuerdo con la participación de las muchachas, hecho que se materializó luego de muchas discusiones.
“Se tomó la decisión favorable de la permanencia del equipo, a sabiendas de que ellos decían que iba a constituir una comparsa. Mi respuesta fue que ganaríamos medalla. El resultado demostró que valió la pena luchar hasta el final”, añade.
Para superar los inconvenientes, Mueses da un gran crédito al psiquiatra Fernando Sánchez Martínez, que actuaba como psicólogo deportivo y trabajó para unificar al equipo, las conversaciones entre las ausentes con el resto de sus compañeras, a veces entre llantos y arengas, así como de Roberto Reyes Corcino, ahora doctor en medicina deportiva y para entonces asistente del entrenador, y la hoy doctora Urania Salazar, quien fungió como masajista.
“Los entrenamientos oficiales se iniciaron el mismo día que la expedición de Francis Caamaño se internaba en las montañas de Quisqueya para derrocar a Joaquín Balaguer. Fueron tiempos difíciles y convulsos. Más de cinco horas de entrenamientos diarios, comenzando a las cinco de la mañana en el gimnasio de pesas y la pista universitaria. Al mediodía, algunas eran escogidas para mejorar la técnica individual y todas las noches de siete a diez de la noche, la cancha era la cita obligada. Antes del entrenamiento se realizaba la ceremonia a la bandera dominicana. Algunos días, según demandaba la aplicación de la táctica aprendida: juegos con varones de diferentes edades. México y Cuba fueron la visita para cumplir programas de fogueos y la asistencia a la ciudad de Veracruz, México para asistir al II Centrobasket Femenino.
Un cuarto lugar faltando tres segundos con un tiro de una boricua del otro lado de la mitad de la cancha hizo posible una reflexión táctica, para culminar con la anhelada medalla de los XII Juegos. De ahí en adelante a este grupo nunca les volvieron a ganar Puerto Rico, ni El Salvador, ni tampoco Islas Vírgenes. Después las jugadoras que siguieron derrotaron a Cuba y México”, agrega Mueses.
La nómina
Nombre Pts.
Carmen Dilia Santana 81
Nilcia Reyes 75
Silvia Espinal 45
Rosa Núñez 43
Josefina Coppling 28
Jeanny Astacio 27
Luz del Alba Hernández 13
Vilma Guerrero 11
Aurea Desangles 8
Amalia Bello 7
Julia Rijo 3
Mayra Bernard -
Los resultados
Cuba 99, RD 33
México 108, RD 30
RD 59, El Salvador 50
RD 41, Pto. Rico 27
Cuba 124, RD 26
México 104, RD 33
RD 64, El Salvador 49
Pto. Rico 59, RD 57
Alex Rodríguez
rodriguezalexandro@yahoo.es
“A cuarenta años les rindo un homenaje a esas atletas que aguantaron las burlas debido a que en esa época se repetía que el baloncesto era de varones y sobre todo que con su ejemplo se demostró que al luchar contra lo imposible, todo se puede convertir en posible”, dice Mayobanex Mueses, quien fungió como el entrenador de la selección nacional femenina que ganó la medalla de bronce en el XII Juegos Centroamericanos y del Caribe en Santo Domingo en 1974.
Las dominicanas no iniciaron muy bien que digamos. Fueron superadas ampliamente por Cuba (99-33) y México (108-30) en sus primeros dos compromisos.
Fue la primera medalla ganada por el basket en la historia
“Contra Cuba y México, que eran muy fuertes, iniciaba el quinteto y a los cinco minutos entraban otras cinco y así sucesivamente aunque los federados se molestaban”, añade Mueses.
Luego derrotaron a El Salvador (59-50) con la ofensiva de Nilcia Reyes (18 puntos), Carmen Dilia Santana (14) y Rosa Núñez (10).
“Las integrantes del equipo salieron de la cancha de la UASD y en su mayoría eran estudiantes universitarias y del Liceo Experimental. A los viajes de entrenamientos había que llegar los libros para estudiar y los exámenes eran adelantados o pospuestos para el regreso, previo acuerdo con sus profesores que las distinguían por el deporte que estaban practicando”, añade el entrenador.
En el cuarto encuentro, las dominicanas se impusieron a Puerto Rico con marcador de 41-27 y Reyes volvió a ser la mejor con un total de 10 puntos.
“Con todas las críticas y las burlas de que íbamos a hacer el ridículo logramos la primera medalla de cualquier categoría en el basket criollo”, resalta el integrante del Pabellón de la Fama del Deporte Dominicano.
Los partidos 5 y 6 volvieron a ser amplias derrotas ante las cubanas (124-26) y las mexicanas (104-33). En ese último encuentro, Silvia Espinal encestó 8 puntos.
“Antes de inaugurar el Palacio, la preselección vivía en una pensión a una cuadra de los entrenamientos. Antes a unos cinco minutos a pie de la universidad, pernoctaban y estudiaban. Un minibús las recogía todos los días en la rotonda frente a las facultades de Ingeniería y Arquitectura y Ciencas de la Salud. Eso fue posible con una huelga de las baloncestistas que paralizaron los entrenamientos para pedir mejores condiciones. Nos siguieron las otras preselecciones y logramos el objetivo”, recuerda Mueses.
Volvieron a vencer a las salvadoreñas (64-49) con 21 puntos de Santana, 17 de Reyes y 11 de Espinal. La derrota del último día ante las boricuas (59-57) no impidió que las dominicanas subieran al podium. En el partido de despedida, Santana anotó 21 y Reyes 19.
“Diez días antes del inicio de la competencia, tres de las 12 escogidas enfermaron de mononucleosis infecciosa, conocida como fiebre dura o enfermedad del beso (Mayra Paulino, Guadalupe Ruiz y Scarlett Sánchez); y una cuarta sufrió un desgarramiento del talón de aquiles (Ivelisse Uribe). Las cuatro formaban parte del quinteto”, agregó el experimentado entrenador de baloncesto.
Intento de retiro
Recuerda que tras el suceso el Comité Organizador, casi en su totalidad, le sugirieron que se retirara el equipo por el temor de que las restantes integrantes podían enfermar lo que sería catastrófico para los Juegos. Resalta que solo Virgilio Travieso Soto, presidente de la Federación Dominicana de Baloncesto (Fedombal) y director técnico del certamen, estuvo de acuerdo con la participación de las muchachas, hecho que se materializó luego de muchas discusiones.
“Se tomó la decisión favorable de la permanencia del equipo, a sabiendas de que ellos decían que iba a constituir una comparsa. Mi respuesta fue que ganaríamos medalla. El resultado demostró que valió la pena luchar hasta el final”, añade.
Para superar los inconvenientes, Mueses da un gran crédito al psiquiatra Fernando Sánchez Martínez, que actuaba como psicólogo deportivo y trabajó para unificar al equipo, las conversaciones entre las ausentes con el resto de sus compañeras, a veces entre llantos y arengas, así como de Roberto Reyes Corcino, ahora doctor en medicina deportiva y para entonces asistente del entrenador, y la hoy doctora Urania Salazar, quien fungió como masajista.
“Los entrenamientos oficiales se iniciaron el mismo día que la expedición de Francis Caamaño se internaba en las montañas de Quisqueya para derrocar a Joaquín Balaguer. Fueron tiempos difíciles y convulsos. Más de cinco horas de entrenamientos diarios, comenzando a las cinco de la mañana en el gimnasio de pesas y la pista universitaria. Al mediodía, algunas eran escogidas para mejorar la técnica individual y todas las noches de siete a diez de la noche, la cancha era la cita obligada. Antes del entrenamiento se realizaba la ceremonia a la bandera dominicana. Algunos días, según demandaba la aplicación de la táctica aprendida: juegos con varones de diferentes edades. México y Cuba fueron la visita para cumplir programas de fogueos y la asistencia a la ciudad de Veracruz, México para asistir al II Centrobasket Femenino.
Un cuarto lugar faltando tres segundos con un tiro de una boricua del otro lado de la mitad de la cancha hizo posible una reflexión táctica, para culminar con la anhelada medalla de los XII Juegos. De ahí en adelante a este grupo nunca les volvieron a ganar Puerto Rico, ni El Salvador, ni tampoco Islas Vírgenes. Después las jugadoras que siguieron derrotaron a Cuba y México”, agrega Mueses.
La nómina
Nombre Pts.
Carmen Dilia Santana 81
Nilcia Reyes 75
Silvia Espinal 45
Rosa Núñez 43
Josefina Coppling 28
Jeanny Astacio 27
Luz del Alba Hernández 13
Vilma Guerrero 11
Aurea Desangles 8
Amalia Bello 7
Julia Rijo 3
Mayra Bernard -
Los resultados
Cuba 99, RD 33
México 108, RD 30
RD 59, El Salvador 50
RD 41, Pto. Rico 27
Cuba 124, RD 26
México 104, RD 33
RD 64, El Salvador 49
Pto. Rico 59, RD 57
Alex Rodríguez
rodriguezalexandro@yahoo.es
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